Guía para superar el duelo infantil: etapas y recomendaciones
El proceso de duelo para una persona adulta es complicado cuando fallece un ser querido, pero mucho más lo es para los niños. El duelo infantil tiene unas características particulares y es importante conocerlas para ayudar a los más pequeños a afrontarlas. En Áltima ahondamos hoy en las etapas del duelo infantil y te proporcionamos consejos para gestionar estos difíciles momentos en la siguiente guía sobre duelo infantil.
¿Qué es el duelo infantil?
El duelo infantil es una etapa en la que los niños tienen que afrontar el fallecimiento de un ser querido. Esta fase conlleva un choque emocional porque, debido a su desarrollo mental, no pueden comprender de manera racional lo que ese fallecimiento significa.
Esto implica que, además de no tener esa habilidad, tampoco están preparados para afrontar ese fallecimiento ni para reaccionar de forma racional al mismo. Y, además, tienen mayores dificultades para expresar sus emociones.
Cuando un ser querido fallece, por tanto, los niños pueden manifestar ciertos síntomas o comportamientos que varían según la edad y que, si se agravan, pueden ser motivo de preocupación.
Es por esto por lo que, en muchos casos, puede ser necesaria la intervención de un profesional en gestión del duelo, que les ayude a lidiar con esas emociones.
Hay que tener en cuenta que el duelo infantil es diferente del que afronta una persona adulta, y que dependerá del tipo de relación que el menor tuviera con el ser querido fallecido.
Etapas del duelo en niños y adolescentes
Las etapas del duelo infantil no son iguales en todos los niños. La edad del menor juega un papel importante en este sentido, así como otros factores como su relación con la persona fallecida, su estabilidad emocional o la gestión que realice la familia de esta situación.
Siguiendo la teoría del apego del psicólogo John Bowlby, podemos distinguir varias fases del duelo infantil:
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Shock o negación. En esta etapa, los niños no son capaces de aceptar el fallecimiento de su ser querido y tienen la sensación de estar viviendo algo irreal. Esta fase puede durar varios días o semanas y se caracteriza por la confusión e incluso por el vaivén de emociones que van desde la rabia a la alegría.
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Anhelo. A medida que van tomando conciencia del fallecimiento, empiezan a manifestar emociones como el llanto, la ira o la irritabilidad. Pueden incluso sentirse culpables o culpar a otros de esa pérdida y es habitual que ‘busquen’ a ese ser querido a través de fotografías, recuerdos compartidos, etc. Es una fase muy inestable que puede afectar a su concentración y a su rendimiento académico.
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Desesperación. Al darse cuenta de que la situación es irreversible, los niños entienden que ese ser querido no volverá y muestran sus sentimientos al respecto: tristeza, apatía e incluso dolor. Se produce una fase de desorganización en su vida, que es importante vigilar en los casos más graves.
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Desapego. Es la etapa de aceptación de la pérdida y, por tanto, de reorganización de la vida del menor, en la medida de lo posible. Es cuando desaparecen los trastornos de las etapas anteriores (cambios de humor, problemas de sueño, etc.).
Lo normal es pasar por todas las etapas del duelo infantil, una fase que suele durar entre seis meses y un año. Eso, claro, dependerá de si existen elementos que compliquen la situación (por ejemplo, cuando se produce un fallecimiento repentino, cuando se debe a una catástrofe o cuando es un fallecimiento múltiple, como el de ambos progenitores). Pero pasar por todas las etapas es un camino necesario para los más pequeños.
Recomendaciones desde Áltima para superar el duelo infantil
¿Cómo actuar ante el duelo infantil? No siempre es fácil abordar una situación de pérdida de un ser querido cuando el afectado es un menor. Para hacerlo de la mejor manera posible, sigue estas recomendaciones:
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Informa adecuadamente de la situación. La ocultación o el engaño pueden ser contraproducentes, por lo que es mejor evitar los eufemismos.
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Escucha. Deja que se exprese, haz que se sienta escuchado, anímalo a expresar sus sentimientos, responde a sus preguntas y déjale claro que no es responsable de la situación.
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Ayúdale a gestionar sus emociones. En este caso, la ayuda de un profesional especializado es fundamental.
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Evita los cambios. Para que pueda recuperar la normalidad y la estabilidad cuanto antes, debe continuar con sus rutinas en la medida de lo posible: ir al colegio, estar con amigos, participar en sus clases extraescolares…
Ayuda a tus hijos a recordar a sus seres queridos
El recuerdo del ser querido es parte del proceso de duelo infantil y, por tanto, es necesario para la sanación. Esto significa que es importante ayudar a los niños a recordar a sus seres queridos. ¿Cómo?
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Comparte recuerdos de esa persona, menciona su nombre y no quites de la vista las fotografías que pueda haber en casa. Enseñarle que no está prohibido hablar de esa persona y recordarle le ayudará a manifestar sus emociones.
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Incluye al menor en los cambios y rituales. La nueva situación también le afecta y, por tanto, no se le debe excluir de los rituales de despedida porque eso le ayudará a afrontar el duelo.
Recursos disponibles de apoyo psicológico
En Áltima puedes contar con nuestro servicio de ayuda al duelo, desde el que los equipos de psicólogos de Serveis Integrals de Psicologia (SIPS) y la asociación AVES prestan soporte a quienes lo necesitan cuando fallece un ser querido.
Estos especialistas en gestión del duelo proporcionan atención gratuita, sin importar si has contado o no con nuestros servicios previamente.
En el duelo infantil es muy importante contar con los recursos que sean necesarios para ayudarles a gestionar sus emociones y superar el duelo por fallecimiento de un ser querido.